El AK-47 es un rifle de asalto operado por gases. Esto quiere decir que parte de los gases de la combustión de la pólvora es usada para realizar la operación del disparo automático.
Posee selector de fuego, por lo que puede ser semiautomático (o sea, hacer un disparo cuando se apreta el gatillo) o completamente automático. Dice mucho de la filosofía de uso soviética que la posición por defecto del selector de fuego es automático. Por otra parte, el selector estaba algo incómodamente situado a la derecha del arma, y solía hacer un ruido distintivo (el cual costó la vida a muchos emboscadores comunistas en Vietnam).
El arma se alimenta de un cargador standard de 30 disparos, aunque puede usar también uno de 45. El cañón, en la mayoría de sus variantes, tiene cromada el ánima.
Esto no era solo por mejorar el arma, sino por una realidad de la época: muchos países comunistas que usaban el arma usaban munición de escasa calidad, que dejaban depósitos corrosivos al no quemarse correctamente. Al estar diseñado primeramente para unidades motorizadas, los primeros modelos no portaba una bayoneta. Sin embargo luego se diseñó una, de manera que la infantería pudiera darle otros usos en combate.
El AK-47 es un arma compacta, algo pesada pero muy poderosa. Mitad de madera, mitad de metal estampado, es también muy sólida. La simpleza del AK lo hace fácil de fabricar y de mantener; se tuvo en cuenta que debía ser manipulado por tropas destinadas a regiones extremadamente frías, y por lo tanto puede ser usado normalmente con guantes.
A pesar de todas estas ventajas, el AK-47 tiene una gran desventaja: su escasa precisión a distancias medias y largas, sobre todo en modo automático. Esta desventaja parte justamente de que, al estar basado en piezas que se mueven libremente, y al estar estas piezas fabricadas con tolerancias algo pobres, la precisión disminuye.
Las piezas no se mueven siempre de la misma manera y por lo tanto dos disparos continuados pueden tener resultados bastante diferentes.